Pierdo mis defensas en los recodos de la angustia.
Busco una mirada, cada momento, en todas partes.
Mi vida no es de nadie, ni yo le pido a nadie nunca
que haga algo que yo misma jamás haría sin dudarlo.
Y sola sé que no puedo estar..
Volver a tener a una persona en mis brazos, volver a tocar a alguien sin llegar a ningún limíte, echarle de menos, volverte loca al no saber que hacer, que pensar, que decir si no está...
Todas esas sensaciones para después no saber lo que sientes.
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