Pierdo mis defensas en los recodos de la angustia.
Busco una mirada, cada momento, en todas partes.
Mi vida no es de nadie, ni yo le pido a nadie nunca
que haga algo que yo misma jamás haría sin dudarlo.
Y sola sé que no puedo estar..
Me besabas con el ansia con que se besan unos labios nuevos. Deja que diga que no te pediré que me quieras mientras vivas. Pero palabra de amor no daré.