Pierdo mis defensas en los recodos de la angustia.
Busco una mirada, cada momento, en todas partes.
Mi vida no es de nadie, ni yo le pido a nadie nunca
que haga algo que yo misma jamás haría sin dudarlo.
Y sola sé que no puedo estar..
Dame tu caramelo, amor, dame el almíbar, que tiene todo ese sabor que tu destilas. Retama, espliego con tu olor, me da la vida; si tu me dejas moriré de dulce herida.
1 comentario:
herida que se volverá amarga...
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